El color de las hojas de los árboles cambia, explosión de naranja por doquier.
Los rayos del sol en su mayor expresión, como queriendo con su fulgor aprovechar al máximo el tiempo que comienza a disminuir, los días se hacen más cortos.
La brisa helada retumbó contra las ventanas, mi cama parece el refugio perfecto, cálido y placentero.
Miro al jardín; ya marchó el Verano, ahora veo la fogata crepita, titila el amarillo,
Se estremece el rojo quemado, cantando a las estaciones.
El dorado surge, porque el Rey Midas llego.
Vuela el tiempo pero guardo mi sonrisa:
!dejenme ver lo bello en los colores! Antes de que el invierno inoportune.
