LA PERA
La pera es una fruta refrescante, dulce, muy sabrosa y sobre todo fuente de numerosos nutrientes, lo que la hace de especial interés para un gran abanico de dolencias.
Es una fruta con una gran riqueza en agua lo que la hace ser un alimento pobre energéticamente, por ello los especialistas en nutrición las recomiendan en dietas de adelgazamiento al ser muy útil para mantener la línea.
Es pobre en lípidos y proteínas, pero esto no plantea mucho problema ya que la dieta alimentaria española, hoy en día se caracteriza por ser excesiva en ambos nutrientes, con lo que la pera ayuda a equilibrar dicho exceso.
Su casi 12% de carbohidratos en forma de azúcares sencillos, fundamentalmente fructosa, la hace muy recomendable para deportistas en pleno ejercicio físico.
Esto, junto con su contenido en levulosa la hacen que sea muy bien tolerada por los diabéticos.
La fibra insoluble y soluble también está presente dentro de las propiedades de la pera, favoreciendo la eliminación del colesterol y regulando la función intestinal.
La pera es la fruta que muestra una mayor concentración de pectina, por lo que esta fruta se convierte en un elemento excelente para evitar el estreñimiento, mejorar la intolerancia a la glucosa, así como por tener efectos hipocolesterolémicos. Pero sin duda alguna, la pectina la podemos considerar como una sustancia ideal para desintoxicar el organismo y estimular el intestino.
Contiene cantidades moderadas de vitaminas, que ayudan a cumplir la ingesta diaria recomendada. Así, dos peras de tamaño medio (300 g) en el postre cubren el 20% de la ingesta diaria recomendada de vitamina C, cerca del 10% de la de ácido fólico y una buena dosis de vitamina del complejo B (B1, B2 y en menor proporción B3 y B6) y vitamina E.
Por todo ello el zumo de pera se puede considerar como una bebida imprescindible para proteger el aparato cardiovascular, evitando así afecciones de tipo cardiaco.
Es una fruta ideal para suministrar a los niños por su alto contenido en calcio que ayuda a estos a crecer fuertes y sanos, fortaleciendo sus huesos.
También es fuente de hierro, por lo que esta fruta constituye una gran fuente de fortalecimiento para los glóbulos rojos.
Es recomendada por los terapeutas naturales para las personas que padecen de bocio al ser fuente de yodo.
Por su alto contenido en potasio es buena para las personas que toman diuréticos, que eliminan dicho mineral con el fin de suplir pérdidas; pero por otro lado, esto deben tenerlo en cuenta las individuos con insuficiencia renal o que requieren dietas controladas de potasio.
Por su bajo contenido en sodio e hidratos de carbono, alto en potasio, las peras resultan muy recomendables para la diabetes, hipertensión arterial o afecciones cardiovasculares.
Por poseer taninos, las peras bien maduras resultan eficaces en caso de diarrea y otros trastornos digestivos (úlcera, gastritis y estómago delicado).
La pera también contiene ácidos orgánicos que le dan sabor ácido y efecto alcalinizante. Así, el ácido cítrico alivia los dolores de estómago, incentiva la secreción de jugos gástricos para digerir los alimentos. Este efecto depurador no sólo se produce en el ámbito gastrointestinal sino también en el páncreas e hígado.
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