Si conservas la mente lúcida y mantienes el control de tus emociones, podrás superar cualquier situación, como capitán que debes ser, de tu propia vida.
Lleva las riendas de tu conducta y mantén bajo control todas tus acciones. Tu conciencia puesta al servicio de tu crecimiento y superación, es la que debe comandar tu voluntad.
El estrés dificulta tu paz interior, afecta tu salud, tu felicidad y tu vida. Para evitarlo, renuncia a querer lograr objetivos de manera acelerada y forzosa. Aprende a utilizar el tiempo en forma adecuada. Evita tensionarte por querer hacer varias cosas a la vez.
No empujes el río, déjalo correr a su ritmo. No te amargues imaginando futuros llenos de dificultades. Mira tus problemas con objetividad y hasta con buen humor y saca provecho de tus errores.
Reconoce el valor y el poder dinámico de la palabra. Que lo que digas sea verdad y que tus palabras sean las adecuadas, que reconozcan la dignidad humana y realcen los valores humanos.
Utiliza tus palabras sólo para agradecer, para bendecir, para servir, orientar, aconsejar y promover acciones positivas de superación, crecimiento y armonía entre todas las personas.
Descontamina tu palabra de mentiras, pues son una forma de violencia. Nunca utilices tu palabra con rudeza ni en forma grosera. Usa el poder de tu palabra sólo para dignificarte...
Profundo y reflexivo, un gusto leerte.
ReplyDeletete dejo mi saludo y feliz finde.
un abrazo.
Muchas gracias Ricardo, este escrito dedicado a mis hijos varones y adolescentes, muy impulsivos y poco pacientes, anhelando con ello tengan control de sí mismos y sobretodo de sus emociones.
ReplyDeleteUn abrazo.
QUE ASERTIVO TU TEXTO.
ReplyDelete¡Y qué difícil es a veces! Cuánta verdad llevan tus palabras, MariCarmen, reflexiones de alguien que ha vivido y que enseña a través de su experiencia de vida. Hay cosas que no tienen precio y esta es una de ellas, dar a conocer esas vivencias que uno atesora y ofrece a quien quiera recibirlas para hacerles más fácil su camino.
ReplyDeleteAunque como bien sabemos, querida MariCarmen, nuestros hijos (y todos los hijos) aprenderán de sus propias experiencias, de sus propias caídas y aciertos, pero una cosa es bien segura: lo que hemos transmitido nunca caerá en saco roto.
Un beso enorme querida amiga. De todo corazón.
Cuanta razon tines querida Liliana, ellos aprenderan de sus propias experiencias, aunque quisieramos caigan poco y acierten mas es indiscutible que solo asi aprenderan. Pueda ser tengan sabiduria y sean asertivos, se lo deseo a todos los jovenes del mundo!
ReplyDeleteGracias amiga, siempre tan oportuna.